Miguel Lorente, Delegado del Gobierno para la Violencia de Género, expone en un artículo de opinión publicado hoy en El Mundo lo que considero son puntos esenciales de partida para cualquier análisis o reflexión en torno a la violencia de género; pilares que deben sustentar desde el inicio el debate, además de enmarcarlo y sostener su desarollo. De entre los que menciona Lorente destacan los siguientes:
La igualdad es una deuda pendiente con la historia.
Debemos corregir todos aquellos elementos culturales que dan lugar o tienden
a mantener la desigualdad.
El origen de la violencia de género está en la desigualdad
La violencia de género es la manifestación más grave de la desigualdad.
Hay que responder con medidas específicas sobre esta violencia que sufren las mujeres.
La Ley Integral contra la Violencia supone un paradigma de acción contra la violencia machista.
Afortunadamente son muchas las personas trabajando con coherencia, rigor, profesionalidad y efectividad en un tema tan serio como es el maltrato a la mujer por el mero hecho de serlo. Personas, instituciones, asociaciones y colectivos comprometidos con el rigor, que saben que todo es susceptible de mejorarse, que cualquier desajuste puede y debe corregirse y que la crítica razonada es un elemento constructivo de primer orden.
No obstante, los criterios de mejora contínua, se pueden conjugar con el NO rotundo. Son compatibles. Y afortunadamente, también somos muchas las voces que decimos NO a la violencia. NO contundente y sin matices a la violencia, y NO a la demagogia, la manipulación, la mentira en este tema y las polémicas estériles o intencionadas.
También desde Internet, y retomando el título el artículo de Lorente, nos preguntamos: "Género, mentiras y chorros de tinta", ¿a quién beneficia?
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