"Las acciones correctas para el futuro son la mejor disculpa de las equivocaciones del pasado". Tryon Edwards.
Es tiempo de responsabiliad y rigor, de reflexión, de solvencia, de primar la eficiencia, de marcar rumbos más certeros.
Podemos enfocar la crisis y arrastrar el pesimismo o empujar la oportunidad, perseguir el cambio, la sensatez y la mejora.
Los escépticos, dice Benedetti, son apenas mendigos, y el tiempo que transcurre les deja su limosna. No logran escapar del viejo laberinto y reciben mensajes que son indescifrables. Los optimistas en cambio guardan a menudo algo de gloria, que no es siempre la de hoy ni la de antes. Hacen un nudo con las certidumbres y llenan su bolsillo de poesía.
Más allá de que alguién ( ahora los llamamos especuladores) nos deba una disculpa colectiva, es tiempo de redefinir el futuro para no sólo saber a dónde vamos sino cómo llegamos con los criterios adecuados. Es tiempo de retos, pero sobre todo de nuevas respuestas.
Más allá de que alguién ( ahora los llamamos especuladores) nos deba una disculpa colectiva, es tiempo de redefinir el futuro para no sólo saber a dónde vamos sino cómo llegamos con los criterios adecuados. Es tiempo de retos, pero sobre todo de nuevas respuestas.
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